martes, 30 de septiembre de 2014

¡Si no lo digo reviento!

Pues yo me lo he imaginado así: sentado/a delante del monstruo catódico, se levanta airado/a y dice: 'Hasta aquí hemos llegado! ¡lo voy a hacer!. Se sube en su coche, compra un spray y se va a la rotonda que hay al lado de la sede de Tele5. La obra de su vida:






















Toda una declaración de intenciones... un grito desesperado, un acto de rebeldía suma, una prosa directa, como una bala que se dirige a su objetivo, una noche de gloria y subversión...

Madre mía, cómo están las cabezas humanas....

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