Me encanta esta foto…
Antes de nada, el autor es Luca
Piergiovanni (EFE) y la he extraído de la versión digital de El País de hoy
mismo. La acción pertenece a activistas del FEMEN y se produjo ayer en Madrid,
en protesta al proyecto de ley del aborto.
Me encanta esta foto. Estas
activistas abordaron al presidente de la Conferencia Episcopal al grito de ‘el
aborto es sagrado’ y le lanzaron bragas manchadas de algo que emulaba a la
sangre.
Me encanta la cabeza de este
hombre, mirando al suelo, supongo que por pudor, aunque puede ser por un millón
de motivos: ¿qué se yo? Se le ha podido caer el móvil o las llaves, o quizá
quiere recoger una de esas bragas (si en el artículo las llamasen ‘braguitas’
ya sería la ostia) para llevárselas de recuerdo.
Me encanta que en una misma foto
aparezcan un par de pechos de mujer y este señor de la conferencia episcopal;
supongo que es algo inédito. No digo que nunca haya estado tan cerca de unos
pechos de mujer, pero lo que es seguro es que nunca han aparecido fotos de ese
eventual hecho.
Vaya por delante que no justifico
ningún acto violento, y creo, por lo que he leído en el artículo y he visto en
las imágenes, que no se ha producido. Las braguitas manchadas de algo parecido
a la sangre no han provocado ninguna lesión a nadie y nadie ha agredido a
nadie. También vaya por delante que ni siquiera estoy posicionado ante el
debate del aborto en España. Me resisto a, porque es lo que toca, decir que es
una ley que nos retrotrae a tiempos pasados o que se trata de otro recorte de
la derecha, en este caso, de los derechos humanos. Todo pinta a que es así,
pero siendo sincero, hasta que este proyecto de ley no sea una ley y pueda
informarme adecuadamente, no tengo más opinión formada que la que mi maldito
cerebelo con tintes rojos y republicanos me dicta.
Solo he puesto aquí esta foto
porque esta foto me encanta.
Ayer en Madrid hacía un frío del
carajo, y eso hace que los pechos de la activista luzcan tan bonitos. Pero lo
que de verdad me ha gustado han sido los mensajes que llevaban pintados sobre
su piel. En uno de ellos, amén de cruces invertidas, ponía ‘Toño, fuera de mi
coño’ en alusión al señor de la conferencia episcopal que se llama Antonio
María Rouco Varela. Me parece un mensaje cojonudo, directo, con su rima y todo.
Yo supongo que al tal Toño no le
habrá hecho ni puta gracia la acción de estas ovejas descarriadas del Femen,
pero siendo pragmáticos, tampoco ha sido para tanto. A todos en algún momento
nos ha dicho alguien que salgamos de su coño y, esto es realmente lo cruel,
seguro que nos lo han dicho sin ningún atrezo, ni braguitas, ni pechos ni nada…
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