Este tipo se llama Apollo
Robbins, es un maestro carterista y una celebridad en el mundo de la magia.
Este tipo, en una ocasión fue
capaz de despojar de relojes, billeteras e insignias, sin pasar por alto el
mapa con el itinerario secreto y las llaves de la limusina presidencial, a los
miembros del mismísimo Servicio Secreto de la escolta del ex presidente de
Estados Unidos, Jimmy Carter: flipa…
Esto lo extraigo del número 64 de
la revista ‘Mente y Cerebro’ correspondiente a Enero-Febrero de 2014:
Los ilusionistas recurren a tácticas psicológicas refinadas para
desviar la atención del público, de manera que pueden llevar a cabo movimientos
‘mágicos’ a espaldas de los espectadores, con frecuencia incluso ante sus
propios ojos. Entre sus maniobras mentales se encuentran:
Postimágenes: El mago presiona una parte del cuerpo del
sujeto (la mano o la muñeca) para simular la presencia de un objeto real (un
reloj o una moneda); el individuo tiene la impresión de que el objeto se
encuentra donde cree, no siendo así.
Verborrea: A base de preguntas e insinuaciones, el
mago llena la mente del observador con información irrelevante, que le
desconcierta y distrae de los movimientos del mago.
Desviación pasiva: Los objetos nuevos en la escena, sean en
movimiento, brillantes o relucientes, reclaman la atención del espectador. Los
científicos hablan en este caso de captura sensorial.
Desviación activa: El ilusionista solicita al sujeto que
desarrolle una acción irrelevante, desviando así su atención hacia esa
actividad.
Desviación temporal: Al dejar una pausa entre el método
subyacente a un truco y su efecto, el mago impide que el espectador los
relacione.
Señuelos: Si una acción parece tener una finalidad
evidente, como rascarse o calarse el sombrero, el público no suele percatarse
de que el mago se ha aprovechado del movimiento para deslizar un objeto bajo el
ala de la chistera o encajarlo detrás de la oreja.
Neuromagia se llama la cosa… cada
vez más ‘neuro’ delante de palabras… neuroarquitectura, neuroeconomía… los
neurocientíficos están de enhorabuena, entre ellos, la novia de Sheldon Cooper.
Además, en el caso de Mayim Bialik, se trata de su ocupación real cuando
descansa de la ficción apasionante/terrorífica que debe suponer ser la novia de
Sheldon Cooper.
Me molan estos tipos que mueven
las manos rápido y roban cosas y dejan a la gente boquiabierta con sus trucos.
Probablemente el hecho de que es una ocupación que seguro reporta mucho éxito
con el sexo opuesto también ayude a mi impresión, sobre todo desde que soy
bajista… los bajistas ya se sabe… pillan poco, aunque la verdad, como guitarrista
tampoco pillé demasiado. Me queda probar como futbolista de éxito, empresario,
político y activista del FEMEN.
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